Hoy me dejo estar. Quiesiera transformar mi vida en una larga, torpe, siesta paraguaya.
[…]
Tuve mis cuatro alegrías y mis ocho dolores. Fui extranjero en todas partes y bebí la sal de todos los vientos. Se ensangrentaron mis puños golpeando portales que no se abrían y mi voz se rompió con el último alarido. Y entonces, come en la vieja fábula del zorro y las uvas, dije que nada valía nada, porque nadia había conseguido apresar. Estoy, pues, como antes de soñar: sin nada. O, peor, porque ya ni sueños tengo.
(Roberto Mariani)
Il tuo sorriso è un vanto
di timidezza, che scalda
il cuore a chi ti guarda.
A occhi bassi lasci passare
il mondo, ma quando li alzi
ogni cosa s’arresta ad ammirarti.
Bella come la tua età,
da vivere sino in fondo,
assaporando tutte le emozioni
con l’incoscienza sempre della
prima volta.
L’averti conosciuta
“farà scontare pene meno amare”.